Al titiritero.
![Al titiritero. 1 DSC13471 01 escalado e161616327587829](https://i0.wp.com/dailydoll.news/wp-content/uploads/2021/03/DSC13471-01-scaled-e1616327587829.jpeg?resize=660%2C400&ssl=1)
Un artista no es una vocación... O un estado de ánimo.
¡Es un regalo de Dios querer (y preferiblemente poder 😉 ) hablar con la gente!
Utilizando diferentes herramientas, diferentes idiomas y dialectos, adquiriendo conocimientos y aprendiendo constantemente.
Y alguien que ha elegido por la bondad de su corazón hablar de esa manera como una marioneta debe ser también muy responsable y sabio.
Porque su arte de hacer un PUPPET golpea el corazón. Llama desde allí, desde una infancia feliz, desde acontecimientos y experiencias inolvidables.
Llevar las emociones y sentimientos del espectador a un estado de euforia y felicidad...
Así que, como dijo un coleccionista, ¡no dejéis que os duelan las manos, queridos titiriteros!
Y añado: ¡que no os duelan los ojos, la cabeza y todo lo demás 🙂 !
Además, ¡le deseo más espectadores agradecidos y coleccionistas comprensivos!
Sois gente estupenda.
¡¡¡Y LES DÉ LA BIENVENIDA EN LAS VACACIONES!!!
P.D. Todavía no he mostrado mi trabajo en la revista. Hoy, en nuestra fiesta profesional, quiero presentarles a Pierrot.
Siempre se sintió ofendido por Arlequín... Así que soñaba con ser como Arlequín: alegre, valiente, incluso descarado... tener un bonito y caro traje multicolor... En definitiva, tener lo que nunca tuvo...
Y ahora - ¡lo tiene todo!
¡Pero si es el viejo Pierrot! Conmovedor, melancólico, suave...
¿Y necesita la imagen de otra persona?
¿Qué tal si te acostumbras y vives de otra manera, como Harlequin?
Preguntas, preguntas... ¡Buscando respuestas!
![Al titiritero. 12 DSC13061](https://i0.wp.com/dailydoll.news/wp-content/uploads/2021/03/DSC13061.jpg?resize=678%2C1024&ssl=1)
Pierrot y Mademoiselle.
Atentamente, redactor jefe de la revista,
Radzikhovskaya Nina.
¡¡¡Felices Fiestas!!! Es una gran alegría y felicidad formar parte de este mundo mágico, misterioso y sutil. Un mundo en el que el adulto tiende la mano a su niño interior, mirándole a los ojos en los que se refleja el mundo entero.