Jack in the box es un juguete para niños. Parece una caja con un asa y, al girarla, suena una melodía. En un momento dado, la tapa de la caja se abre de repente y una figura (normalmente un payaso o un bufón) salta de ella. La melodía interpretada suele ser "Pop Goes the Weasel", con Jack apareciendo donde se supone que está la palabra "pop" en la canción.

Se desconoce el origen del juguete. Según una teoría, la autoría corresponde a Sir John Shorn, un santo inglés no canonizado, al que a menudo se representa sosteniendo en la mano una bota que contiene al diablo. Cuentan que una vez, para salvar un pueblo de Buckinghamshire, atrapó al diablo, precisamente, en la bota.

Según otra versión, Spring-Heeled Jack es un personaje del folclore inglés de la época victoriana, una criatura humanoide que destaca principalmente por su capacidad para saltar a alturas asombrosas. Los primeros avistamientos de Jack el Saltarín en Londres se remontan a 1837. Se han registrado apariciones posteriores en muchos lugares de Inglaterra, especialmente en el propio Londres, sus suburbios, Liverpool, Sheffield, las Midlands (centro de Inglaterra) e incluso Escocia. Los informes de "picos" se produjeron en los años 1850-1880; aunque varios informes de encuentros con Jack procedentes de Inglaterra e incluso de otros países continuaron en el siglo XX, se cree que la última fecha de su aparición fue 1904.

Existen muchas teorías sobre la naturaleza y la identidad de Jack el Saltarín, pero ninguna de ellas está científicamente probada y no ofrecen respuestas definitivas a todas las preguntas relacionadas con las "actividades" de Jack. Así pues, su historia sigue sin explicación a día de hoy, la ciencia desconoce un dispositivo mediante el cual el hombre pudiera realizar tales saltos, y el hecho de su existencia real es discutido por un importante número de historiadores. La leyenda urbana de Jack el Saltarín fue increíblemente popular en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XIX, principalmente por su aspecto inusual, su comportamiento agresivo y excéntrico (Jack atacaba a menudo a la gente) y la mencionada habilidad para realizar saltos increíbles, hasta el punto de que Jack se convirtió en personaje de varias obras de ficción de la "literatura sensacionalista" europea de los siglos XIX y XX.

La historia de Jack el Saltarín es significativa por dos motivos. En primer lugar, su imagen tuvo un enorme impacto en la "cultura del cómic" del siglo XX, y fue su atuendo el que se convirtió en el prototipo de los trajes de los "superhéroes" (por ejemplo, el traje de Batman). En segundo lugar, es la única "criatura mística inteligente" de la historia de la humanidad cuyo "caso" se ha debatido a nivel de una institución gubernamental, que ha llegado a reconocer su realidad.

Las fotos proceden de fuentes públicas.