Qué fugaz es la vida. Todos tenemos un tiempo y unas oportunidades limitadas. Todos existimos sabiendo que un día expirará nuestro último aliento. ¿Cómo actuamos y nos movemos por la vida sabiendo esto? Con esta conciencia, ¿cómo nos esforzamos por conseguir logros y crecer en todos los niveles de nuestro ser cuando nosotros y nuestro mundo cambiamos a cada momento de cada día? ¿Cómo nos movemos a través de la mugre, como dice Beckett, y el funk de la vida, como lo llama el Dr. Cornell West? ¿Y cómo lo hacemos de la forma más elegante, bella, amable, interesada y responsable posible? La vida puede ser solitaria, dura, confusa y fea. ¿Cómo afrontamos el dolor, el anhelo, la disfunción, la fragilidad y la vulnerabilidad? ¿Cómo encontramos la verdad frente a estas dificultades y realidades? ¿Cómo afrontamos las atrocidades humanas y la injusticia extrema, desde lo local y personal hasta la más grandiosa de las relaciones? El arte ofrece la oportunidad y la experiencia únicas de comunicarnos con fuerzas superiores a nosotros mismos; puede trascender el tiempo, el lugar, el género, la raza. Tiene la capacidad de tocar la médula y llegar a los rincones más profundos de nuestra existencia. A través de mi arte intento responder a estas preguntas y darme cuenta de estas verdades.