Sylvia Weser nació y vivió en Alemania. Sus muñecas han ganado numerosos premios: mejor muñeca de Europa, premios en varias categorías de "Eurodoll". Ya en su juventud se interesó por el arte y estudió pintura y escultura. Su afición por las muñecas comenzó con el coleccionismo.

Cuando Sylvia hizo sus primeras muñecas de arcilla y plastilina se dio cuenta de que ésa era su vocación. En 1990, Sylvia Weser celebró su primera exposición. Desde entonces, ha ganado numerosos premios por sus creaciones en concursos internacionales.

Las muñecas Sylvia Weser son niñas graciosas con unos labios hinchados y cerrados muy característicos y rostros redondos, a veces ovalados. Los ojos recuerdan la forma y la puesta en escena de los ojos de las antiguas muñecas alemanas con reconocibles caras de muñecas medio infantiles. Las muñecas de porcelana de Sylvia Weser, con toda su individualidad y modernidad, son inconfundiblemente reconocibles como muñecas alemanas, continuadoras de la gran tradición muñequera de este país. La artista apenas ha trabajado con la forma pequeña: sus muñecas alcanzan el metro de altura.

Las muñecas Sylvia Weser están hechas de porcelana muy fina, que es una imitación muy realista de la piel humana, con una peluca de mohair en la cabeza, y ropas de tela antigua y decoradas con bordados y encajes de época.

Las muñecas Sylvia Weser, únicas y de ensueño, son el sueño de todo verdadero conocedor de la belleza.